La reunión, llevada a cabo en la Escuela Nuestra Señora de Guadalupe, contó con la presencia de funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública, el Ministerio de Seguridad y del Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano, se realizó con la intención de dar una solución a corto y largo plazo a la ola de robos piraña que afecta a Guadalupe desde hace meses.

“Día a día vivimos el arrebato”, expuso Pablo Toretta, representante de la vecinal Central de Guadalupe. “El robo piraña se ejecuta muchas veces en la madrugada. Ha habido algunos casos aislados arrancando a la tarde, pero generalmente son a la madrugada. Nos vemos totalmente desprotegidos”, agregó.

A los robos piraña también se suma la problemática de respuestas tardías por parte del comando policial, así como la falta de mantenimiento de pastizales, la acumulación de basura y la escasa luminaria, cuestiones que debe atender la Municipalidad, ya que estos factores aumentan las posibilidades de robo y desprotección. Además, los vecinos explicaron que después de los robos “no se realizan las denuncias” por la falta de confianza en las autoridades locales.

Susana Spizzamiglio, de la Red de Vecinales, también explicó que “pareciera que se van mudando de un barrio a otro”. Los delincuentes, en su mayoría menores de edad, trabajan en grupos y de forma sectorizada. “Se va pluralizando el delito en distintas zonas”, agregó.

Durante la reunión, una integrante de la vecinal Oeste dio a conocer la creación de un mapa del delito, confeccionado a través de “una mirada rápida”, basado en sus experiencias frecuentes. “Son 6 manzanas, el proxy de nuestra vecinal, cruzando la vía, tiene parte de vecinal Oeste y parte de Dorrego. En este mapa se pueden identificar 5 puntos de calor muy intensos que se han vuelto mucho más fuertes en los últimos meses”, explicó.