A poco de que cierre el libro de pases, Nahuel Curcio recibió una noticia inesperada: el DT Iván Delfino no lo iba a tener en cuenta en Colón. Un fuerte mazazo anímico, ya que se ilusionaba con ser parte del proyecto en la Primera Nacional, luego de que le notificaran que iba a firmar su contrato profesional.

Una decepción muy grande, sobre todo por el poco margen que tenía para salir a buscar otro club de la categoría. Igualmente, siguió entrenando con el plantel principal. Llegó la esperada rúbrica por dos años y la participación con el Selectivo en amistosos, pero quería otra cosa.

Fue así como surgió la chance de Juventud Antoniana para jugar el Federal A y lo aceptó. Sin embargo, cuando estaba todo listo para viajar, hubo trabas, ya que la dirigencia no quería soltarlo, ya que tenía confiaba en sus condiciones, por más que el técnico no lo consideraba.

Pero finalmente se resolvieron las diferencias y se concretó el préstamo sin cargo y sin opción por un año. En las próximas horas, el extremo, de 20 años, se trasladaba a Salta para sumarse a sus nuevos compañeros y probar suerte en una categoría menos.

Ahora quedará en él afianzarse y comenzar a mostrar su capacidad, para luego ver si tiene su tan desea oportunidad en el Sabalero.