La creencia popular es que el café es malo para la salud, porque puede provocar acidez, o quitar el sueño. Pero un estudio reciente comparó la relación que tiene tomar café con la mortalidad y llegó a conclusiones inesperadas.

Un grupo de investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche, de la Comunidad Valenciana, estudió las costumbres de 1.567 personas mayores de 20 años. En el marco de la Encuesta de Nutrición y Salud de la Comunidad Valenciana, consultaron también acerca del consumo de infusiones.

La investigación dio como resultado que el 78% de los encuestados toma café diariamente, y pudieron relacionar este consumo habitual con una menor mortalidad. Según el estudio, publicado en la revista Nutrients, los consumidores de al menos una taza de café diaria tenían un 27% menos de riesgo de muerte. Este porcentaje aumenta con el mayor consumo: los que tomaban entre tres a cuatro tazas demostraron un 44% menos.

Estos índices son generales, pero en el caso de la mortalidad por cáncer, el riesgo disminuye un 58%, demostrando el efecto protector de la cafeína. En cambio, en las muertes relacionadas a problemas cardiovasculares tomar café no mostró mejorías significativas.

La doctora Laura Torres Collado, quien lideró el estudio, adjudica esta protección a las propiedades de la cafeína, que es antioxidante, tiene efecto antiinflamatorio, antifibrótico  y anticancerígeno. El café contiene varios compuestos activos que impactan en nuestro organismo, además de cafeína: ácidos clorogénicos y diterpenos, cafestol, polifenoles  y kahweol.

Estos elementos han sido investigados exhaustivamente por los epidemiólogos en diferentes estudios para desentrañar por qué el café es esencialmente una bebida muy saludable. El consumo recomendado es de una a tres tazas, excepto para quienes padecen problemas digestivos, a quienes se recomienda tomar café, pero solamente una taza por día.