En enero de 2020, cuando Colón debía afrontar una segunda parte de temporada donde su fin inmediato sería la de lograr su permanencia en Primera División, de la mano de Diego Osella, los dirigentes hicieron un esfuerzo económico muy importante, donde llegaron Rafael Delgado, Rafael García, Lucas Viatri, Brian Fernández y Agustín Doffo.

A Colón le costó mucho hacer pie, con lo cual una serie de malos resultados terminaron con la salida de Diego Osella para que se produzca el retorno de Eduardo Domínguez, quien solo dirigió un partido en la Copa de la Superliga, donde obtuvo un triunfo por 3-1 ante Central en el Gigante de Arroyito, antes de que se pare el fútbol como consecuencia de la pandemia del coronavirus y se produzca la suspensión de los descensos.

En el caso de Rafael García, tuvo un semestre para el olvido en Colón, pero sus esperanzas se habían renovado al igual que el equipo con la llegada de Domínguez, quien lo dirigió en Nacional de Uruguay. El entrenador, al igual que a Leonardo Burián, les dio la chance de quedarse un tiempo más en su país durante la primera parte de la pandemia del coronavirus.

Rafael García volvió a Santa Fe para sumarse, previa cuarentena, al plantel de Colón.

Incluso, cuando consiguieron la autorización para ingresar a la Argentina, Rafael García y Burián fueron buscados en la frontera por el vice José Alonso. Pero una vez en Santa Fe no se le permitió el ingreso al Predio Ciudad Fútbol, con el fundamento de que se le había vencido su visa de trabajo en nuestro país.

Inmediatamente Rafael García volvió a Uruguay y decidió intimar a Colón, cuestión que se cristalizó en las últimas horas con el ingreso de una carta documento, en los mismos términos que lo hicieron Lucas Viatri y Agustín Doffo, con lo cual ya son tres los jugadores que iniciaron una demanda millonaria contra el club.

Incluso, por lo que trascendió, la demanda de Rafael García no solo sería económica contra Colón, sino que también habría cargado contra el vice Alonso y contra la Liga Profesional de Fútbol, en una cuestión que sin dudas es un dolor de cabeza en un momento donde la economía se vio afectada, al igual que los otros equipos de Primera División, como consecuencia de las dificultades desencadenadas por la pandemia.