El río Paraná en la ciudad de Santa Fe atraviesa una de las bajantes más pronunciada de los últimos tiempos. De hecho, este viernes el nivel del agua quedó a sólo un centímetro de la marca más baja en 20 años. 

 

En ese contexto, desde Aguas Santafesinas informaron que esta situación afecta el normal funcionamiento de su planta. 

 

"Ahora está más o menos estable, pero viene descendiendo paulatinamente y esto exige que nuestra capacidad instalada de captación en las dos tomas que tiene la ciudad, tanto en el río Santa Fe como en el río Colastiné, estén trabajando al 100%, lo que restringe la capacidad de captación", explicó a El Litoral Germán Nessier, vocero de la empresa. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Esto disminuye la posibilidad de procesar el agua que desde allí transportamos y de la que se distribuye a través de las redes", agregó. 

 

No obstante, aclaró que "no es una situación para generar ningún tipo de alarma". 

 

A su vez, Nessier comentó que ante este escenario la empresa viene desarrollando dos líneas de trabajo simultaneas: "Tienen que ver con nivelar las presiones en la red de distribución y la reparación de la fuga que nos informan los usuarios". 

 

Por otra parte, desde Assa piden que realicen un uso responsable y solidario del agua potable, lo que redunda en un más eficiente sostenimiento del servicio.