La tabla miente, sí. La de posiciones, y ni hablar la del promedio. Porque los tres puntos que el Canalla sumó en Tucumán, y que lo dejaron en lo más alto junto a los otros siete equipos que ganaron en el debut, valen muchísimo más que lo marca la estadística. Es que si bien no hizo un gran partido, desde lo numérico fue un estreno soñado. Asomó la cabeza en la pelea por la permanencia y de yapa arrastró a su clásico rival a la zona del descenso. Si hoy finalizara la Superliga, habría que jugar un clásico rosarino para definir cuál de los dos equipos evita irse a la B.

A Central no le sobró demasiado, pero aprovechó a full las chances que tuvo y se llevó un triunfazo para Arroyito. En cuanto al juego fue un típico partido de primera fecha. Casi un de pretemporada. Piernas duras, poco fútbol, mucha fricción en la mitad de la cancha y una gran cantidad de infracciones por lado. Del resto, poco y nada. Tan es así que el primer gol de Central llegó con un tremendo zapatazo de Rius desde casi 30 metros, cuando parecía imposible quebrar el cero. Es más, hasta ese momento, el equipo de Zielinski había sido un poco más incisivo. Sólo un poquito.

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Es que el Deca, más que ataques, tuvo aproximaciones. Insinuaciones. Pelotazos largos que llovían sobre el área de Ledesma y en su gran mayoría morían en los guantes del 1. Eso, más alguna guapeada de Díaz, no le alcanzaba para mucho.

Central, entonces, pasó a ganarlo casi sin proponérselo, sin darse cuenta. Pero se retrasó y lo pagó caro. Y así como sacó provecho de una de las pocas que había tenido en la primera parte, Atlético le devolvió gentilezas en el arranque de la segunda etapa. Después de una serie de rebotes, Carrera probó de afuera y un desvío en Molina dejó sin chances a Ledesma.

Los goles no cambiaron la tónica del juego. Pero Central otra vez facturó con otro remate desde afuera. Unos minutos después de que al Canalla no le dieran un penal, el Colo Gil recibió de Rinaudo, se acomodó y la clavó contra el palo derecho de Lucchetti. Otro golazo.

Atlético no tuvo ideas y Central sacó todo atrás. Sobre el final, un corte de luz le puso suspenso al partido. Pero ya nada cambiaría.