Las redes sociales son el medio ideal para que todo el mundo pueda hacer oír su voz. Sin embargo, hay quienes solo las utilizan para agredir, proyectando en los otros sus propias frustraciones. Y ni los famosos se salvan de sufrir los embates de estos personajes nefastos, a los que en el mundo cibernético se conoce con el nombre de haters.

Lo cierto es que, en medio de una campaña de concientización sobre el daño que estos comentarios malintencionados pueden causar en una persona (llamada #ILoveYouHater), Tini Stoessel decidió subir a su cuenta de Instagram una canción a la que denominó "Guiso de lenteja", en la que recopila las frases más hirientes que suelen escribir sobre su persona.

 

 

 

 

La canción de Tini Stoessel contra los haters (Video: Instagram)

"Sos una bolsa de huesos, pedazo de nada,
deberían enseñarte a cantar.

Tabla de surf con piernas,
tu flacura es enferma,
comete un buen guiso de lentejas.

Sos un tallarín y no sabés bailar,
¿dónde hay un profesor que te pueda enseñar?
Sos, quizás, por su padre productor,
tu talento no vale nada.

Menos carne que rodilla,
antipática y creída,
falsa y presumida.
En lugar de un ombligo tienes un capelettini,
pobrecita la Tini…

Eso se la escucha canta a la intérprete de "Libre soy". Y aunque a priori parecería tomarse a risa estas agresiones, Tini asegura que se sumó a esta campaña para que todos empiecen a tomar consciencia de lo desagradable de esta situación.

"Muchas veces los haters, con sus comentarios negativos y llenos de odio, nos pueden lastimar, pero también nos pueden inspirar", aseguró Martina. Y pidió darle más visibilidad a "ese mundo de gente hermosa que es agredida sin sentido por gente que necesita mucho amor", para así lograr que todo lo malo que se escribe en las redes los vuelva "más fuertes y seguros".

Tini ya se había referido en varias oportunidades al bullying que muchas veces se realiza a través de las redes sociales. Y aunque según sus propios dichos ya se había acostumbrado a estas agresiones y, por lo tanto, no las padece, la realidad es que más de una vez se ha visto obligada a explicar que su delgadez se debe a una cuestión genética y no a un problema alimenticio.