“No sabemos quién la mató. Pero sabemos por qué la quisieron matar” reflexionó, este sábado, la periodista y escritora brasileña Rosiska Darcy de Oliveira. Hablaba, claro, de la concejal carioca Marielle Franco, de 38 años, asesinada por bandas parapoliciales, las “milicias”. Y continuó: “En esa lógica perversa a Río le cabe el destino de tierra de nadie, con las bandas podridas de la policía, de las milicias y los traficantes sanguinarios, a la vuelta de la esquina”.

Todavía resuenan los gritos de: “¿Hasta cuándo debemos soportar más muertes?”, un clamor generalizado luego de la muerte de Marielles, y ya se produjo una nueva masacre en una favela. Ella era originaria de la Maré, un complejo de comunidades carentes de la zona norte de Río. Allí se crió y de allí salió para estudiar en la universidad donde se recibió de socióloga.

Hasta ahora, la investigación no dio ningún resultado. Y eso que el ministro de Justicia Torquato Jardim se expidió sobre la lentitud para identificar a los asesinos. “Este es el primer gran desafío de la intervención federal”, sostuvo. Señalaba así las dificultades de las Fuerzas Armadas a quienes se les ordenó manejar la seguridad en Río de Janeiro. Se hicieron cargo de esa área, por órdenes del gobierno de Michel Temer. El ministro continuó: “Desde el punto de vista político, de la percepción social, el crimen precisa ser aclarado lo más rápidamente posible”.

Apuntó, también, que Marielle era “un blanco frágil” y que al ser brutalmente baleada se pretendió también marcar el nivel de intolerancia que existe contra “la indentificación de género, el antirracismo y la anti homofobia”.

Quizás por todo eso, este sábado Facebook retiró las páginas que impulsaban “fake news” contra Marielle, en una verdadera campaña por internet que invadió la pantalla y se mostró sórdida y asustadora.

Una de las páginas era “Escepticismo Político” que había sido montada por el Movimiento Brasil Libre (MBL) que nació y se desarrolló a la sombra de las manifestaciones realizadas en San Pablo a favor del impeachment contra la ex presidenta Dilma Rousseff.

El MBL, que se autointitulaba como movimiento libertario, terminó en un punto bajo. Recogía y repartía información falsa sobre Marielle a quién la sindicaban como presunta “amante” de uno de los líderes del tráfico.

Según el diario Globo, que inició las denuncias contra esas páginas, “el mensaje fue compartido más de 360.000 veces en Facebook”. El “dueño” de esa web admitió que desde 2011 había desarrollado “un método para la guerra política”, que luego tendría una presencia contundente en las redes sociales durante el proceso de juicio político contra Rousseff.