La Unión Europea no quiere una guerra comercial con EE.UU. pero se prepara para la batalla si el presidente Donald Trump no da marcha atrás y exime a los europeos de pagar los aranceles al acero y el aluminio.

La Comisión Europea publicó este viernes una larga de lista de productos estadounidenses a los que impondría aranceles si no hay reversa. Bruselas dio el primer paso al pedir la opinión de la industria europea sobre cómo le afectaría el arancelamiento de una larga lista de bienes agroalimentarios e industriales ‘made in USA’.

Los industriales europeos tienen hasta el 26 de marzo para pronunciarse sobre la lista propuesta. Tras su análisis, que se tendrá en cuenta sólo de forma orientativa, Bruselas aprobará la nómina definitiva. La comisaria europea de Comercio Cecilia Malmström y el secretario de Comercio estadounidense Wilbur Ross se reunirán la próxima semana, pero Bruselas exige la exención o impondrá sus propios aranceles por valor, sólo en una primera fase, de 2.800 millones de dólares anuales.

La reunión de Malmström con Ross tiene pocos visos de ser un éxito. Trump ordenó a Ross que plantee a los europeos sus “horribles” aranceles y barreras comerciales y amenazó con imponer tarifas también a los autos europeos. Washington ya eximió de forma temporal a México y Canadá pero no hizo ninguna promesa a los europeos.

Bruselas por su parte se niega a negociar porque considera que sería inaceptable que Washington le imponga esa sanción y la justifique como una medida de seguridad nacional cuando los europeos se consideran aliados militares y de seguridad de EE.UU. desde hace décadas.

El documento incluye desde agroalimentarios como arroz o jugos de naranja hasta motocicletas, productos de cosmética femenina, vestidos, bebidas alcohólicas y cigarrillos pasando por una larga lista de insumos para la construcción e industria.

La Comisión Europea adelantó que prepara una segunda lista de productos a los que impondría aranceles si la OMC declara ilegales los aranceles al acero y al aluminio aprobados por EE.UU. o si pasan tres años desde la aplicación de los aranceles estadounidenses sin que la OMC haya dictaminado sobre su legalidad.

Bruselas notificará sus tarifas a la OMC como muy tarde el 23 de mayo (dos meses después de la supuesta fecha de entrada en vigor de las barreras) o 60 días después de que empiecen a correr si EE.UU. retrasa la fecha que dio como indicativa. Las dos listas de productos sumarían aranceles por valor de más de 6.000 millones de euros. Fuentes comunitarias explicaban que “si Washington sigue adelante será un acontecimiento muy disruptivo para las relaciones transatlánticas”.