El equipo Conjunto de Fuerzas Antiterroristas de Australia frustró este fin de semana un ataque terrorista en un vuelo comercial de cabotaje que tenía que despegar de Sydney.

Para eso se realizaron cuatro allanamientos en los que se buscaron materiales para hacer un dispositivo explosivo y detuvieron cuatro personas sospechadas de terrorismo. "Existía la amenaza de un aparato en un avión", confirmaron agentes del equipo especializado.

"Hubo una gran operación conjunta de contraterrorismo para detener un plan terrorista para hacer caer un avión", confirmó Malcolm Turnbull, primer ministro australiano, según el sitio Herald Sun.

Durante los allanamientos se encontró un aparato -que podría ser una bomba o no- y se buscó atención médica para un hombre que tenía la cabeza vendada, una mujer que tenía signos de haber sido maniatada y una anciana con la cara tapada.

Además, Turnbull anunció que los pasajeros que vuelen a partir de ahora "deben estar preparados para chequeos adicionales en los puntos de control".