El municipio santafesino puso en marcha el programa Ciudad Inclusiva: Inclusión de Recolectores Urbanos Informales; y en este proceso –que comenzó hace cuatro meses– ya hay 171 familias que representan unas 289 personas mayores de edad que se sumaron a la propuesta de reconversión. En este camino transitado hasta el momento, muchos aceptaron pero no entregaron el carro y el caballo; otros sí lo hicieron. Pero lo destacable de esto es que le dijeron sí al cambio y están de acuerdo en dejar de ser carreros y continuar con la recolección informal, y accedieron a incluirse en esta propuesta que abarca a todo el grupo familiar.
 

En este proceso y primera etapa que arrancó con la prohibición del ingreso del carro y caballo al microcentro de la ciudad –sector delimitado por Bulevar, Rivadavia y las avenidas J. J. Paso, Freyre y 27 de Febrero–, la Municipalidad está trabajando con las familias del oeste, desde San Pantaleón hasta Varadero Sarsotti. De esas 171 familias, 76 son las que ya entregaron estos vehículos a tracción a sangre; y del total de personas que decidió sumarse, son 106 las que ya están trabajando en distintas alternativas: algunos hacen entrenamientos laborales a través del Ministerio de Trabajo de la Nación en tareas como limpieza y desmalezado de la Reserva Urbana del Oeste; en jardinería en el Parque Juan de Garay; en la confección de bloques de cemento; y otros simplemente están tramitando y esperando una pensión por vejez o por discapacidad, entre otras acciones integrales de contención para la familia completa.
 

De forma paralela, se están delineando algunos proyectos donde la basura sea la materia prima, pero con el mejorado de los circuitos. A través del programa Manos a la Obra se piensa en la instalación de plantas de clasificación y replicar la experiencia de la cooperativa que recolecta de a pie el cartón en el centro y luego clasifica lo que junta. Esta propuesta se haría en algunas de las avenidas comerciales de la ciudad y también se haría sin el carro y el caballo y con las condiciones de seguridad e higiene necesarias. Esto aún está en proceso de armado de las iniciativas.
 

La primera experiencia en la ciudad es la Cooperativa Recicladora Santa Fe, donde actualmente trabajan unos 70 carreros reconvertidos. Ellos son los que recolectan en el centro y ahora la intención es replicarlo en las avenidas comerciales de la ciudad.

 

Un balance positivo
 

Cuando el municipio puso en marcha este programa que arrancó con la prohibición del ingreso al microcentro, observó que las familias provenían del sector suroeste de la ciudad por eso comenzó por ahí el proceso de reconversión. Pero continuará por otras zonas de la plantilla urbana con el mismo espíritu.
 

Cecilia Battistutti es la directora de Escuelas de Trabajo de la ciudad y está al frente también de este programa. Aprovechó para hacer un balance y evaluar los primeros resultados. "El proceso es muy positivo y vemos que las personas que comenzaron a trabajar lo están haciendo, hubo una buena recepción por parte de estas personas, con la oportunidad que se les está dando, con la posibilidad de poder mejorar sus ingresos y además tienen una contención integral", manifestó.
 

En definitiva, no solo cumplen con el compromiso de trabajar sino además concurren a la Oficina de Empleo para otras cuestiones desde tramitar el DNI porque lo perdieron hasta gestionar una pensión. "Además de atender la situación laboral se trata de dar solución a otras problemáticas sociales; y articulamos con el equipo de Acción Social de la Municipalidad cuando se presenta alguna situación que escapa a nuestra área", agregó Battistutti.
 

De todas maneras, la directora de Escuelas del Trabajo destacó que por el tiempo que lleva, los resultados de este proceso son buenos,y en esta línea dijo: "La actividad del recolector informal existe y hay que entender que forma parte del proceso productivo, la basura genera ingresos, pero lo que tenemos que evitar es que la tracción a sangre sea la herramienta de trabajo y que estas personas puedan ir transformando este trabajo que lo hacen desde toda la vida con lugares seguros; y también presentar otras opciones para que elijan y aprendan otras cosas".
 

El proceso de reconversión se hizo de manera particular con cada uno de los "carreros", no están agrupados en ninguna institución. "Comenzamos a observan de dónde provenían, salimos a hacer un censo y cuando los detectamos, si aceptaban incluirse en el programa, los invitamos a que se acerquen a la Oficina de Empleo, armamos cuestionarios, comenzamos a ver cómo se compone el grupo familiar, ver cuáles son las necesidades y a partir de ahí trabajar en forma integral. El primer punto es entregar el carro y el caballo porque lo que intentamos es que dejen de usar esa herramienta para la recolección", detalló Battistutti.
 

En este proceso es necesario aclarar que los animales van primero a la Granja La Esmeralda y allí quedan un tiempo en recuperación. El municipio se hace cargo de las vacunas, las vitaminas, la alimentación y todo lo que se necesita; y una vez que están en condiciones se los traslada a Las Gamas, la estancia de la provincia cerca de la localidad de Vera, y en muchos casos se los llevó para ser usados en equinoterapia. "El carro se rompe, se desarma apenas se entrega", explicó la directora de Escuelas de Trabajo. Vale aclarar que la Oficina de Empleo está en Las Heras al 2700, detrás de la terminal de colectivos, y la atención es de lunes a viernes, de 14 a 18.