El trajinar de Rosario Central en lo que va del año fue demasiado. No más que otros tantos equipos (Boca, River, San Lorenzo, Racing y Huracán) que también están disputando Copa Libertadores, con la salvedad de que el conjunto canalla no sólo goza de un buen presente en el certamen continental, sino que es uno de los líderes de la zona 1. Y todo en medio de una rotación importante que metió el entrenador, de la que los números dan cuenta. Y son precisamente esos guarismos los que exponen cuáles fueron los futbolistas más importantes en la estructura, a los que más se echó mano. El dato relevante es que Javier Pinola fue el único que estuvo en todos los partidos desde el arranque. Y no sólo eso, sino que salió apenas en uno (los últimos 18 minutos en el clásico ante Newell's), por lo que tiene sobre su espalda 1.062 minutos de los 1.080 disputados. Y encima anoche metió otros 90 en la selección.

Hay un par de datos importantes que saltan a primera vista. Uno de ellos es que los jugadores con más minutos en cancha son defensores o volantes defensivos. Detrás de Pinola aparecen Donatti, Musto y Alvarez. Claro que hay formas de explicarlo. En la zaga central Coudet nunca sintió que contaba con reemplazantes (Burgos actuó en Brasil y le fue bastante mal); lo de Alvarez obedece a los varios partidos que se perdió Villagra, mientras que en el caso de Musto justo se dio la lesión importante que sufrió Gil Romero.

Más allá de eso, hay claramente una base a la que Coudet fue echando mano, amén de esa rotación que justamente existió. Entre los 10 o 12 primeros también figuran Cervi, Salazar, García, Lo Celso, Ruben, Montoya, Herrera y Larrondo.

"No hay manera de que alguien pueda estar en todos los partidos cuando se juega cada tres o cuatro días", dijo Coudet hace un par de jornadas, cuando fue consultado sobre la evaluación que hacía respecto de la forma en la que el grupo había llevado la carga física transcurridas las ocho primeras fechas del torneo local y cuatro de la Copa. El Chacho no hizo otra cosa que tratar de justificar el recambio casi permanente que llevó a cabo.

Por supuesto que en el medio hubo un análisis de cómo pintaba la situación del equipo en cada una de las competencias. No por nada la base titular estuvo mayoritariamente en el fútbol doméstico. De hecho en las dos primeras fechas de la Libertadores se rotó en mayor medida, hasta que llegaron los encuentros ante River de Montevideo (primero en el Gigante y después en Uruguay), en los que la situación ameritaba una apuesta un tanto más fuerte desde lo nominal.

De todas formas las contingencias aparecieron. Hubo lesiones pronunciadas y otras algo menores, pero que obligaron a Coudet a abanicar a la hora de la elección. Y es en este parate por eliminatorias al que el cuerpo técnico se aferra para recuperar jugadores que venían con algún problema físico. Es que el propio entrenador fue el que habló de la "importancia" y "trascendencia" que tendrán los partidos que llegarán a partir de Olimpo (el próximo viernes). La segunda mitad del semestre tendrá la misma carga en cuanto a minutos, con la salvedad de que en el medio aparecerá la definición del campeonato local, como también la permanencia en la Libertadores.