Deportes 06.02.2016
CENTRAL SUPERÓ 1 A 0 A GODOY CRUZ CON UNA SOLVENCIA Y EFICACIA Y AHORA PIENSA EN EL CLÁSICO
Por: Agenciafe/La Capital /
Habrá que ajustar brillo, definición y contraste. Varias cosas. Porque la imagen no fue la misma (suena odiosa la comparación pero es difícil obviarla). Porque hubo paciencia, tranquilidad, ganas e intenciones, pero faltaron otras cosas que hacen a la fortaleza de un equipo.
Ahora, para esa fortaleza que inexorablemente debe llegar siempre, es mejor transitar sobre una alfombra que tape piedras o espinas. Pero fue Central el que comenzó a desenrollar con el correr de los minutos, aún cuando se le hacía difícil impartir las coordenadas que pretendía. Porque en ese primer tiempo casi soporífero a Central le costó sacar a relucir ese ritmo y claridad que tenía como marca registrada.
Un remate de Delgado desde afuera del área (21’) apenas desviado fue la previa de la única emoción del partido. Que llegó en medio de una rareza del fútbol: de un lateral (ver abajo). Lo cierto es que tras el pase gol con la mano de Alvarez el Chelito cumplió con su parte y a partir de ahí Central comenzó a meter mano en los controles de ajustes.
Nunca llegó a la nitidez pretendida, pero la anemia futbolística del Tomba simplificó todo. A esa altura ya la ausencia de Ruben no se extrañaba tanto y en igual forma la pelota comenzaba a transitar con mejor destino. Apenas una distracción de la defensa (se quedó parada) en un tiro libre de Giménez que Ortiz no llegó a conectar fue todo lo que pudo hacer Godoy Cruz, a quien casi se le queman definitivamente los papeles tras la aparición de Delgado en el primer palo tras el centro de Fernández.
Y la monotonía nunca se apartó del juego. Sí hubo una mayor posibilidad por parte de Central de manejar pelota y terreno. Especialmente tras el ingreso de Giovani Lo Celso, quien supo juntar en más de una ocasión con un Larrondo que dejó en claro que le resulta mucho más sencillo moverse al lado de Ruben que bancarse el rol de único referente de área. Tuvo una debajo del arco y otra con un muy buen cabezazo que Rodrigo Rey interceptó contra el palo derecho. Después no mucho más. Directamente poco para analizar. Apenas algunas sutilezas del pibe Lo Celso y ese esfuerzo se hizo carne en todos para treparse al primer escalón.
Los ajustes vendrán, pero también sería demasiado ambicioso pedir un funcionamiento que arranque allá arriba. Anoche tal vez había otros objetivos. Y fueron cumplidos por cierto. Porque se ganó en el debut, lo que no es poco, y con esos tres puntos bajo el brazo se trabajará en una semana esencialmente vibrante: la del clásico ante Newell’s.
De lateral también sirve y se festeja
Central tiene la fama de ser un equipo que presiona, que asfixia, que no deja salir ni jugar tranquilo al rival. Y que también juega. Fueron los grandes atributos que cosechó el año pasado y que anoche demostró que en cierta medida conserva. Y si a veces las cosas no salen de esa forma tiene otras para llegar al gol. Lo de anoche fue una nota de color más que una muestra. Su primer gol en el torneo lo hizo saliendo de un lateral. Raro. Pero sí. Lateral y gol. Casi que podría decirse una manera extraña para las virtudes futbolísticas de este equipo.
Alguna que otra jugada aislada había roto con la monotonía del bostezo de los primeros 25’. Hasta que llegó “el” momento. Alvarez se paró para hacer el lateral, la pelota viajó al corazón del área sin que Larrondo por el lado de Central, ni los defensores Viera y Ortiz alcanzaran a interceptarla. Delgado dijo gracias. Sin que nadie pudiera tocarla el Chelito se agachó, puso la cabeza, le dio dirección en el primer palo y facturó dejando estático a un Rodrigo Rey que sólo atinó a mirar cómo esa jugada que no revestía demasiada trascendencia terminaba abriendo el partido a favor del canalla. Fue el segundo gol desde su vuelta, el anterior lo hizo ante Boca, en la última fecha del torneo anterior.
A Coudet lo enorgullece que su equipo juegue y genere. Pero también festeja si el gol llega por una rareza de las que no abundan.