A media mañana de este miércoles familiares y vecinos de Iván Alvarengo, el chico de 11 años impactado por una bala en su cabeza el pasado lunes tras un enfrentamiento entre bandas en barrio Las Lomas y que permanece en estado crítico, marcharon para pedir justicia y seguridad. 

 

Con pancartas y redoblantes, vecinos de Las Lomas y Cabal, dos barrios linderos del oeste de la ciudad, acompañaron a la familia del pequeño en la manifestación. Se convocaron a las 9.30 en la Municipalidad de la ciudad donde fueron atendidos en su reclamo y solicitaron también mejoras que favorezcan a la seguridad, como limpieza, cortes de césped e iluminación.

Luego se movilizaron por calle Salta, en contramano, hacia San Jerónimo impidiendo el tránsito, lo que provocó caos en el centro santafesino. Así llegaron luego de las 10.30 a Plaza de Mayo, donde permanecieron pidiendo justicia. 

 

"Estamos cansados que se mueran inocentes. Queremos que la gente vea cómo está el barrio; queremos que la justicia haga algo", dijo a Diario UNO uno de los hermanos mayores de Iván Alvarengo durante la marcha. Por el hecho, un hombre de 24 años fue detenido e imputado como posible autor del disparo por el cual hoy el pequeño de 11 años permanece internado en el hospital de Niños con pronóstico reservado.    

 

Tiroteos, algo de todos los días

La inseguridad en esa zona ya se cobró varias vidas por las balaceras. Una de ellas fue el papá de Iván Alvarengo quien falleció hace tres meses atrás al ser alcanzado por una bala perdida en un tiroteo, cuando se encontraba tomando mates en la vereda de su casa. 

"Las fotos y nombres que tenemos en los carteles son de las víctimas de la inseguridad en el barrio. Ya no se puede vivir. Son balazos todos los días, es una banda de chicos que lo único que quiere es matar inocentes. El día que le dieron a Iván una nena mía estaba a metros del lugar con mi otro hijo más chico", relató Alejandra, vecina del menor herido en barrio Las Lomas. 

Más reclamos

"El barrio está olvidado, hoy también pedimos que corten el césped, que pongan luces; eso también hace a la seguridad. Al barrio "ya no entran las ambulancias, ni los remises", comentó Carolina, una vecina que vive en Las Lomas con sus dos nenas pequeñas. "Hoy tengo miedo, porque a veces las mando al kiosco y hoy ya no sé qué les puede pasar", lamentó.