El juicio oral y público por el crimen del comerciante santafesino Julio Cabal comenzó este lunes por la mañana en los tribunales locales, luego de casi tres años de espera y en medio de un profundo clamor social por seguridad pública en los principales centros urbanos de la provincia.

La muerte de "Julito", como le dicen sus afectos, no fue una más de 2019. Esa siesta del 17 de septiembre la noticia de su internación urgente y su posterior deceso despertaron un enorme repudio de la sociedad, especialmente de los sectores medios y de comerciantes. Hubo una marcha y se llenó la plaza 25 de Mayo, como pocas veces en la historia de Santa Fe por un caso de "inseguridad".

Sucede que a Julio lo mató un ladrón, porque se resistió a que le quitaran el fruto de su trabajo. Fue alrededor de la una de la tarde de un martes, en el Almacén del Norte de calle Urquiza al 2215, un emprendimiento familiar que ese día y a esa hora, estaba a cargo de Julio Oscar Mariano Cabal. Con él se encontraba una empleada, que al advertir la presencia del hombre armado obedeció la orden y se arrojó al suelo.

Testigo directa

Por eso ella no vio casi nada y en su relato preliminar -todavía no declaró en el juicio-, hace referencia a lo que pudo escuchar, especialmente a los disparos, uno de los cuales terminó con la vida de su empleador y compañero de trabajo.

Fue la única testigo directa del atraco y la primera a la que recurrieron los uniformados de la Seccional 4ta. y los investigadores de la División Homicidios de la entonces Policía de Investigaciones (PDI).

Los primeros en declarar en el juicio la recordaron en estado de shock, producto de la conmoción de verlo a Julio pedirle ayuda, con un disparo en el pecho que comenzaba a ahogarlo. Fue ella la que le comunicó la noticia a la familia y a los pocos minutos Julio Cabal padre llegó hasta el lugar para trasladar a su hijo en la Fiat Fiorino blanca que utilizaban para el trabajo.

Prisión perpetua

Este lunes, en los alegatos de apertura, fiscalía y querella adelantaron al tribunal compuesto por los jueces Jorge Patrizi -presidente-, Susana Luna y José Luis García Troiano, que pedirán pena de prisión perpetua para Juan Cruz Gambini (27), el único acusado y detenido desde el 20 de septiembre de 2019.

Los fiscales Ana Laura Gioria y Gonzalo Iglesias, lo acusan por la autoría del "homicidio doblemente agravado por el empleo de arma de fuego y criminis causa", esto es para lograr la impunidad; y "robo calificado por el empleo de arma" en grado de tentativa. Además le atribuyeron unas "amenazas calificadas por uso de arma" del 30 de abril de 2018, contra una mujer que era su expareja.

En tanto, las abogadas del Centro de Asistencia Judicial (CAJ) de la provincia, Vivian Galeano y Lucrecia Fernández, coincidieron con los fiscales en su alegato en que se trató de "una muerte que conmocionó a los santafesinos" especialmente "a los comerciantes", es decir, un episodio criminal "que no le fue indiferente a nadie", dijeron en representación de María Inés Masino, madre y querellante en la causa.

Declaración de inocencia

La mamá de Julio también estuvo presente en la sala de audiencias en los alegatos iniciales. Sentada junto a sus representantes, escuchó decir al abogado defensor de Gambini, el Dr. Luis Carlos Rittiner, que durante el juicio se demostrará la inocencia del reo.

"Es indudable el impacto que causa el dolor en la familia, son hechos innegables", reconoció. "Pero para Gambini empieza el momento de demostrar su no responsabilidad". "La fiscalía no podrá demostrar la autoría o participación de Juan Cruz Gambini". Y cerró diciendo que "el verdadero autor de la muerte de Julio Cabal no va a salir de esta audiencia", por lo que pidió que a su pupilo se lo absuelva de culpa y cargo.

Luego de los alegatos, los padres de la víctima, debieron retirarse de la sala, dado que son testigos y no podrán presenciar el debate hasta después de sus respectivas exposiciones. Acto seguido comenzaron a desfilar los testigos, de los cuales 20 de los 120 fueron citados para la primera jornada.