Esta campaña de Unión en la Superliga tiene una particularidad y es que de los 14 goles que lleva convertidos en 13 fechas, ocho de ellos fueron anotados por defensores y volantes, mientras que los seis restantes fueron patrimonio de sus delanteros.

Es algo que no ocurre en la mayoría de los otros equipos, en donde los goles tienen más que ver con la producción de los puntas. Y esto refleja el problema del Tate para generar en ataque, ya que los delanteros no son bien asistidos. A Unión le falta juego y eso se refleja en la anemia de sus puntas.

Walter Bou es el máximo artillero con apenas tres tantos en 12 partidos que jugó como titular. Mientras que con dos goles está Nicolás Mazzola y uno de Franco Troyansky para completar el combo de los delanteros que se anotaron en la red.

En tanto que el resto de los goles se los reparten defensores como Yeimar Gómez Andrade con dos y Brian Blasi con uno. Y volantes Ezequiel Bonifacio con dos, Gabriel Carabajal, Jalil Elías y Juan Ignacio Cavallaro con uno cada uno.

Es un aspecto en el que Leonardo Madelón deberá trabajar y mucho, para que los delanteros puedan estar más cerca del gol. Darles las herramientas necesarias para no jugar tanto de espaldas y tener el arco más de frente.