Llevar viandas para alimentarnos cuando estemos fuera de casa es una gran alternativa, pero hay que tomar pequeñas precauciones para hacerlo de manera completamente segura. Por eso el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Córdoba nos ofrece las siguientes recomendaciones.

Los alimentos que formen parte de una vianda deben ser conservados a temperaturas seguras (menos de 5º y más de 60º), protegidos de la contaminación y en envases herméticos y aptos.

Los alimentos perecederos no deben estar más de dos horas expuestos a temperatura ambiente, ya que existe riesgo de crecimiento bacteriano. Por eso lo ideal es colocar el recipiente con la vianda en un táper o lunchera con aislante térmico, y bolsas de gel refrigerante adentro (también se puede utilizar una botellita de agua congelada), y así conservarlo a una temperatura adecuada.

Hay que evitar guardar alimentos calientes junto a otros que deban permanecer fríos, como tomate o yogur.

Si bien existen luncheras que tienen termos especiales para que permanezcan calientes, es conveniente mantenerlos en frío y calentarlos en el momento del consumo. Si este procedimiento va a ser realizado en el mismo envase hermético, se debe prestar atención a que sea apto para tal fin (para calentar en horno, en microondas).

Algunas comidas son ideales para la vianda porque no requieren ningún cuidado especial respecto de la temperatura. Otras, por el contrario, no son muy recomendables, ya que se debe tener especial cuidado con su conservación, como por ejemplo carnes picadas o pescado.

En cuanto a los aderezos, como la mayonesa, la mostaza, el ketchup y la salsa golf, es preferible llevarlos en sobres individuales cerrados y abrirlos en el momento de su uso.

Todos los alimentos deben estar frescos; no hay que consumir los que hayan sobrado de la vianda del día anterior.

Es importante saber con qué medios se cuenta en la escuela o en el trabajo para conservarlos durante las horas de permanencia y hasta el momento del consumo.

Si no hay heladera, sólo se podrán llevar aquellos alimentos que no necesiten refrigeración.

Si hay heladera, pero no se puede calentar la vianda, sólo se deberán llevar aquellos que puedan consumirse fríos, siempre y cuando se tenga especial cuidado de que no se corte la cadena de frío. Algunas propuestas son sándwiches (por caso, de queso, de pollo, de carne, de jamón, con aceitunas, de tomate), presas de pollo, milanesas, tartas, arroz y ensaladas, entre otras alternativas.

Si hay heladera, y se pueden calentar los alimentos, en general es posible llevar aquellos que habitualmente se comen en casa.