“Que hayamos llegado a esta final no es garantía de nada para el año que viene”. Las palabras de Gonzalo Quesada no tienen tanto que ver con la dificultad de meterse entre los dos mejores del Súper Rugby, empresa ya de por sí de compleja concreción, como con el desafío que significará hacerlo a partir de un grupo que necesitará la renovación de algunos rostros. Son varios los nombres de peso que no estarán para la temporada 2020 y la franquicia argentina tendrá que encontrar la manera de reemplazarlos para mantenerse en la élite a la que tantos años de trabajo le costó llegar.

Indudablemente, el mayor desafío del entrenador pasará por el pack de forwards. En ese sector de la cancha se le irá un jugador por línea: el pilar Santiago García Botta, que pasará a jugar para el Harlequins londinense de la Premiership inglesa (junto al medioscrum Martín Landajo); el segunda línea Tomás Lavanini, contratado por el también inglés Leicester; y Pablo Matera, tercera línea, símbolo y ex capitán, que se mudará a Francia para jugar en el Stade Français del Top 14.

La sangría, sin embargo, podría ser más amplia, porque hay otro grupo de jugadores cuyos contratos vencen a fin de año y no tienen resuelta su continuidad. Ellos son los aperturas Joaquín Díaz Bonilla y Santiago González Iglesias, el octavo e histórico Juan Manuel Leguizamón, único sobreviviente del plantel de Los Pumas que salió tercero en el Mundial 2007; el wing Ramiro Moyano y los pilares Nahuel Tetaz Chaparro y Enrique Pieretto.

A excepción de los mencionados, el grueso del plantel (casi 30 jugadores) tiene vínculos que se extienden hasta fines de 2020 y de 2021; estos últimos son varios de los que la Unión Argentina de Rugby consiguió renovar. Entre ellos, el capitán Jerónimo De la Fuente, Matías Orlando, Matías Moroni, Tomás Cubelli, Guido Petti, Agustín Creevy, Emiliano Boffelli y Sebastián Cancelliere.

No por nada, Quesada dijo lo que dijo cuando, con la derrota en la final del Súper Rugby recién consumada, echó un manto de realismo sobre lo que vendrá y, si bien dijo: “Trataremos de que esto se vuelva más un objetivo que un sueño”, y también reconoció: “Lo que más me entusiasma es desarrollar un grupo de jóvenes”.

Especialmente para los más pibes y aquellos que tal vez vengan un escalón debajo de Jaguares y Pumas, se presentó la oportunidad de la Currie Cup, el campeonato nacional sudafricano, que tiene en Jaguares XV a un representante albiceleste. Buenas actuaciones en este certamen pueden significar un refuerzo a futuro en el principal equipo argentino.

Lo que está claro es que habrá renovación. De desafíos y objetivos, pero también de caras.