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Sociedad 21.04.2019

"Es una incapacidad para la reflexión previa al acto"

En "Línea Abierta" (FM 101.3) el médico psiquiatra, presidente de la Asociación de Psiquiatras de Santa Fe, Dr. José Domínguez, miembro del capítulo de Trastornos de Ansiedad de APSA, se refirió a la falta de control de los impulsos.

 

Fuente: Agenciafe

Dr. José Domínguez Parte I

Dr. José Domínguez Parte II

Dr. José Domínguez Parte III

Dr. José Domínguez Parte IV

Dr. José Domínguez Parte V

Como todos los jueves, el Dr. José Domínguez, médico psiquiatra, presidente de la Asociación de Psiquiatras de Santa Fe, miembro del capítulo de Trastornos de Ansiedad de APSA, estuvo en los estudios de "Línea Abierta" (FM 101.3) en esta oportunidad se manifestó sobre la falta de control de los impulsos.

Al respecto, el especialista explicó que "cuando uno estudia la conducta y la voluntad, lo primero que se imagina es que la voluntad puede estar aumentada o disminuida, como el depresivo que tiene menos voluntad que lo normal o un maníaco que tiene más, pero hay otros tipos de alteraciones que no son cuantitativa, sino cualitativa como es la impulsividad, que es una incapacidad para la reflexión previa al acto conductual, es como que no tienen ese freno".

"Cuando uno desea hacer algo, hay todo un mecanismo de la voluntad que te lleva a un proceso hasta el mecanismo de la acción, el impulsivo no tiene todos esos pasos previos, entonces, desde que aparece el estímulo, hay una tendencia rápida a la acción y no hay un freno inhibitorio”, contó el médico.

Y añadió: “Se ha demostrado a través de estudios que puede haber hasta una alteración anatómica, hay pacientes donde se ve que tienen una disfunción en el óvulo frontal que está ligado al área conductual y justamente esta atrofia está relacionada con problemas de conducta en la escuela”.

En el mismo sentido, Domínguez agregó que a veces hay casos de "distintos trastornos psiquiátricos, como de personalidad, que entre sus síntomas tienen agresividad e impulsividad, si uno estudia de la génesis de estos trastornos puede haber situaciones adquiridas que lo llevaron a eso, como situaciones traumáticas que lo hicieron así, entonces puede estar a la alteración anatómica y en otros casos, el mismo entorno que lo ha llevado a ser una persona más agresiva que el resto”.

Sobre el tratamiento, Domínguez manifestó que "hay cosas que no se detectan a tiempo y cuando uno recibe un caso de un adolescente o un adulto, uno empieza a indagar y aparecen las faltas de límites y un montón de cosas que lo fueron llevando a esto".

"Podemos hablar de un mejor pronóstico si se trata, porque hay terapias psicológicas, que en los últimos años recobró mucha importancia que es la dialéctico conductual que es una rama de la terapia cognitiva y es como que hay ciertos patrones de conductas que se van reeducando, después, por más que tenga el problema anatómico, hay tratamientos y hay cosas que se mejoran, hay medicamentos que son estabilizadores del ánimo y que tienen un efecto anti impulsivo y el paciente se ve más frenado”, reveló el médico psiquiatra.

En otro tramo de su alocución, el especialista se refirió a los pacientes que padecen este tipo de trastornos y además consumen estupefacientes: “Ante un paciente que consulta, en el interrogatorio inicial uno va descartando esas cosas, hay un trastorno que es Trastorno Explosivo Intermitente que se caracteriza por estos episodios de ira y agresividad, lo cual se transforma en violencia pero, para diagnosticarlo como tal, hay que descartar otra enfermedad asociada o consumo de sustancia, uno puede tener un episodio de ira secundario a un origen tóxico, pero para diagnosticarlo como un trastorno de control de impulsos, descartamos eso, porque para el que consume el tratamiento para por otro lado, pasa por dejar de consumir y hacer la rehabilitación correspondiente”.

Además, el médico psiquiatra explicó que dentro de este grupo de patologías de control de los impulsos, "los otros dos casos muy ilustrativos son la piromanía (tendencia patológica o enfermiza a provocar incendios) y la cleptomanía (inclinación o un impulso obsesivo por robar) "son casos que están descripto dentro de este grupo, por ejemplo, el cleptómano no premedita un robo, eso es otra cosa, pero el cleptómano con esta falta de freno inhibitorio, agarra cosas que no les sirve, no tiene ningún objetivo, hace eso inconscientemente por esa falta de freno y en el momento que lo hace percibe alivio o gratificación por lo que hace y no hay conciencia de la situación y lo mismo con el pirómano". 

Para finalizar Domínguez dijo que "en las familias que tienen alguien aspi y que viven episodios de violencia con frecuencia, aunque cueste hay que acercar a esta persona a un tratamiento, existen herramientas desde lo psicológico y lo farmacológico que ayudan mucho". 

Al Dr Domínguez lo pueden encontrar en la clínica Vita Sur, en calle 3 de febrero 3533 ó comunicándose al teléfono 4582853 ó en San Lorenzo 2575.

 

“Buscar lo que es verdadero no es buscar lo que es deseable”

Albert Camus