Como se especulaba desde que el presidente Trump dio a conocer la noticia, la razón de la salida del general Mattis está ligada al anuncio del retiro de las fuerzas militares estadounidenses de Siria y otra serie de desacuerdos que vienen desde que el presidente decidió sacar a los Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán. 
 
En su carta de renuncia, Mattis sugiere que Trump no está tratando a los aliados con respeto y no ha sido claro sobre los enemigos y rivales de los Estados Unidos. En suma, describe muchos de los temores que han expresado personas por fuera del gobierno. 

"Una de mis creencias principales es que nuestra fuerza como nación está inextricablemente ligada con nuestro único y exhaustivo sistema de alianzas y sociedades. (…) no podemos proteger nuestros intereses o servir ese rol con efectividad, sin mantener esas fuertes alianzas y mostrando respeto por éstas", dice el general de cuatro estrellas. 
 
“Las 29 naciones democráticas de la OTAN demostraron esa fortaleza en su compromiso de luchar a nuestro lado, después de los ataques del 9-11. La coalición de 74 países para Derrotar a ISIS, es otra prueba", prosigue el general.

“Es claro que China y Rusia, por ejemplo, quieren labrar un mundo acorde con su modelo autoritario -ganando potestad de veto sobre las decisiones económicas, diplomáticas y de seguridad de otras naciones- de manera que promuevan sus intereses a expensas de sus vecinos, nuestros aliados y Estados Unidos. Es por esto que debemos utilizar todas nuestras herramientas de poder para proveer por la defensa común”, dice la carta del general, en el que es quizá su aparte más alarmante. 

¿Tiene un Secretario de Defensa que aclararle algo, para muchos tan elemental, públicamente, a un presidente? 

Las reacciones en Washington no se han hecho esperar.