El arribo de una escuadra de aviones rusos a Venezuela generó revuelo en la región y tensionó las relaciones de ambos países con Estados Unidos. Desde el Departamento de Defensa del país norteamericano catalogaron la situación como "una demostración de fuerzas".

Los aviones rusos aterrizaron el pasado lunes 10 de diciembre en el aeropuerto de Maiquetia con el objetivo de realizar "vuelos operativos combinados" para mejorar la "cooperación técnico-militar" entre los dos países, según anunciaron desde el Ministerio de Defensa venezolano que conduce Vladimir Padrino.

"Nos estamos preparando para defender Venezuela hasta el último palmo cuando sea necesario, y eso lo vamos a hacer con nuestros amigos, porque tenemos amigos en el mundo", anunció Padrino ante la llegada de la delegación militar rusa en Caracas. La escuadra está conformada por un avión de transporte militar An-124, un avión de larga distancia Il-62 y dos bombarderos Tu-160, capaces de transportar armas nucleares.

Esto no cayó nada bien en Estados Unidos que, a través del Secretario de Estado, Mike Pompeo, tildó las maniobras como "la imagen de dos gobiernos corruptos malgastando dinero público y aplastando la libertad mientras sus pueblos sufren".

Por su parte, el portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU, el coronel Robert Manning, también criticó con vehemencia los hechos: "En medio de la tragedia, Rusia envía bombarderos a Venezuela y nosotros mandamos un buque hospital", expresaron por medio de un comunicado, haciendo referencia a la nave estadounidense USNS Comfort que recorre Lationamérica ofreciendo ayuda humanitaria a los refugiados de Venezuela y distintos países. 

La semana pasada, el presidente venezolano, Nicolás Maduro se reunió con su par ruso, Vladimir Putin. Además de obtener su apoyo político, firmaron distintos acuerdos comerciales, principalmente del sector energético y alimentario.