Falló Cristiano Ronaldo y sufrió Portugal. No fue inmediato, pero sí una consecuencia. Sin el mejor Cristiano no hay paraíso para Portugal.

España se salvó al final, está viva pero malherida

Como Messi para Argentina, el delantero del Real Madrid es imprescindible para el campeón de Europa. Y Cristiano arrancó el Mundial amenazando con devorarlo (tres goles a España y uno a Marruecos), pero ayer tropezó y ahora deberá pelearse con Diego Godín y compañía. No será fácil.

Abrió la cuenta para el campeón de Europa el experimentado Ricardo Quaresma (34 años y 277 días) con un delicado derechazo con cara externa, una belleza, y parecía que la onda expansiva no se detenía.

A Cristiano Ronaldo también le atajaron un penal

Pero Cristiano no jugó un buen partido, desperdició un penal (hubiera sellado el 2-0), se lo vio fastidioso y hasta padeció con el suspenso del VAR cuando parecía que podía recibir una roja que hubiese sido exagerada.

Y Portugal, que abusó de su minimalismo, de su modo económico, lo pagó en el final, con el empate de Irán, simplemente porque nunca un 1-0 es garantía. Hay que ser más generoso.

Sufrió los últimos minutos porque un gol más de Irán lo hubiera dejado afuera y sufre a cuenta porque el cruce de octavos de final será más complicado con su segundo puesto. Ahora deberá chocar con Uruguay, mucho más duro que Rusia.

Enorme desafío para Cristiano. Una defensa celeste que no recibió goles, que lo conoce por enfrentarlo en España, que le tiene ganas.

Habrá que ver entonces si CR7 puede llevar a Portugal a otra ronda. El campeón de Europa, sin él, no parece capaz de hacerlo solo.