Desde enero de 2017, en Finlandia, una muestra aleatoria de 2.000 personas desempleadas de entre 25 y 58 años recibió un pago mensual de 560 euros, sin necesidad de buscar o aceptar un trabajo. Todos los beneficiarios que tomaron un trabajo continuaron recibiendo la misma cantidad.

Ahora, más de un año después, Finlandia le puso fecha de finalización al experimento social del Ingreso Básico Universal (UBI, en sus siglas en inglés) . El plan durará hasta el año próximo.

Según informó The Guardian, el gobierno rechazó una solicitud de fondos adicionales por parte de Kela --la agencia finlandesa de seguridad social-- para expandir el plan piloto este año a un grupo de empleados, y se informó que los pagos a los participantes actuales finalizarán el próximo enero.

"También ha introducido una legislación que genera beneficios para las personas desempleadas que están sujetas a recibir capacitación o que trabajan por lo menos 18 horas en tres meses", agrega.

Se trató de un plan que tuvo como idea encaminar un sistema de bienestar con menos trabas burocráticas respecto al sistema de desempleo, en medio de pronósticos de que la automatización podría amenazar hasta un tercio de los empleos actuales.

La idea buscaba generar respuestas a preguntas como si los beneficiarios, con el monto cobrado, aún seguirían buscando trabajo o, por ejemplo usarían el dinero para capacitarse en otro oficio o en educación.

También confiaban que ese monto podría aliviar "la ansiedad" de los trabajadores desempleados y permitirle al gobierno simplificar el sistema de seguridad social.

Olli Kangas, un especialista involucrado en el ensayo, le dijo a la emisora ​​pública finlandesa YLE: "Dos años es un período demasiado corto para poder sacar conclusiones extensas de un experimento tan grande. Deberíamos haber tenido tiempo extra y más dinero para lograr resultados confiables".