“Si el título 'reforma laboral' evoca otros momentos que parece que pierden los trabajadores, volvamos a la mesa de trabajo y discutamos herramienta por herramienta", propuso este viernes el jefe de Gabinete, Marcos Peña, ante la fuerte resistencia que genera la iniciativa oficial.

El funcionario dio de este modo por concluido el intento oficial de aprobar el proyecto integral en el Parlamento. En una entrevista radial, manifestó: “Había varias iniciativas que eran fruto del consenso con la CGT a fin de año y se empaquetaron en una sola ley, pero para nosotros no es de vida o muerte que sea una ley o varias leyes”.

“Acuerdos sectoriales viene habiendo y van a seguir ocurriendo, pero también van a suceder modificaciones normativas, que el Congreso decidirá en el debate de los consensos parlamentarios y todos tenemos minorías para ver si es mejor que ese conjunto de normas sean varias leyes separadas o sea una ley conjunto. Lo importante es entender esa idea del reformismo laboral, que va más allá de una reforma laboral”, agregó.

En ese punto, Peña insitió con algunos de los temas que forman parte del discurso del macrismo: “Lo que para nosotros es importante es que avancemos en un blanqueo laboral para que los trabajadores informales puedan ingresar al mercado formal; es de vida o muerte generar mejoras en el tema capacitación para que todos puedan incluirse, y queremos mejorar, por ejemplo, el régimen de licencias”.

Finalmente, el jefe de Gabinete señaló que el Gobierno quiere instrumentar esos cambios "dialogando con los sindicalistas, los trabajadores, los gobiernos y la sociedad, en general”.