Llegó otro 26 de junio y los hinchas de Colón tienen motivos para festejar un sentimiento por los colores que eligieron, más allá que cuando se tomó "esa determinación" fue a partir de un acontecimiento con final triste en el plano deportivo.

 

 

La fecha es elegida en razón de que se conmemora el aniversario de una de las mayores movilizaciones de hinchas que el fútbol argentino registre en su memoria.

En esa fecha de 1993, treinta mil (30.000) hinchas sabaleros viajaron hacia Córdoba para ver a su equipo disputar una final del Torneo Nacional B, lo que realza el valor de la movilización, ya que lo que se disputaba era un torneo de segunda división. Hay que tener en cuenta que sólo 4 años antes el equipo había perdido una final con el clásico rival, disputando la misma posibilidad de ascenso.

 

A pesar de esos antecedentes, de esos condicionamientos (inclusive sicológicos) la gente de Colón demostró un respaldo y un amor, que para calificarlo, la palabra incondicional queda chica.

 

El resultado del partido fue anecdótico, porque lo importante es que la gente demostró una capacidad y fidelidad hacia los colores digna de homenaje.