El juez de Faltas que hace un año rechazó someterse a un test de alcoholemia aún está siendo investigado en un sumario, cobra su sueldo pero no ejerce el cargo. Se trata de Adrián Celiz, quien fue separado del cargo en enero de 2015 tras protagonizar un severo incidente con agentes de Tránsito. “El doctor Celiz no está trabajando dentro del staff de jueces de Faltas y se le está sustanciando un sumario administrativo”, confirmó la presidenta del Tribunal Municipal de Faltas, Stella Splendiani. En la página web del municipio se informa que Celiz cobró de bolsillo casi 20 mil pesos en diciembre, similar a la de sus colegas en funciones.

   Splendiani aclaró a LaCapital que los tiempos y definiciones del sumario iniciado en enero de 2015 a Celiz “dependen de otra repartición municipal y no del Tribunal de Faltas”.

   “Los tiempos de un sumario —siguió— dependen de los recursos que se presentan, los testigos que declaran. Pero excede nuestra competencia y desconocemos en qué estado se encuentra el procedimiento administrativo”.

   De todos modos, la presidenta del Tribunal de Faltas precisó que Celiz “no está trabajando dentro del staff de jueces municipales” que dirige, desde el momento que fue separado preventivamente del cargo hace algo más de un año.

   Según pudo constatar este diario, en la página web de la Municipalidad (www.rosario.gob.ar), en la sección sueldos del personal, Celiz figura habiendo cobrado de bolsillo un sueldo correspondiente al mes de diciembre de $19.900 como “juez de Faltas”.

   La presidenta del Tribunal de Faltas se desligó de esa situación y remarcó que “la liquidación de sueldos y el pago de haberes también corren por cuenta de otra área del municipio y no de la estructura” que ella comanda.

El hecho. El incidente ocurrió la noche del viernes 23 de enero de 2015. En un operativo conjunto entre la Dirección de Tránsito y la policía de Santa Fe, a las 2.50 del sábado, Celiz fue detenido conduciendo un Ford Focus (dominio JFH 316) en avenida del Huerto y Sarmiento.

   El juez, en aparente estado de irritación, intentó evadir el control vehicular en una primera instancia y luego, cuando fue interceptado por los inspectores, se negó a someterse al test de alcoholemia.

   Los inspectores remitieron el auto de Celiz al corralón. Además, otro juez de Faltas le retiró la licencia de conducir por 90 días. Y en paralelo le iniciaron un sumario interno con separación preventiva del cargo.

   El tema repercutió fuerte en el Concejo. “Es bochornoso que un funcionario público, que es quien debe juzgar las conductas de los rosarinos, se desenvuelva de esa forma, cometiendo las mismas faltas que debe juzgar”, manifestó el ex edil kirchnerista Roberto Sukerman, quien además agregó que “el funcionario además habría amenazado a los inspectores que estaban trabajando en el lugar”.

   La concejala Norma López (PJ) recordó que “Celiz ya tuvo una actuación bastante desafortunada en 2012, cuando siendo subdirector de Habilitación fue cuestionado en la instalación del boliche Esperanto, porque los vecinos lo denunciaron ante la Intendencia por irregularidades en el llamado al Registro de Oposición”.

   El Ejecutivo había reaccionado con celeridad y contundencia. El entonces secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, había declarado: “Un funcionario público debe predicar con el ejemplo. Sobre todo cuando integra un organismo del Estado. En estos momentos tan delicados que atraviesa el país, no debe haber sensación de impunidad. Se necesita otra clase de gestos. Se van a aplicar las sanciones que correspondan”.